Los líderes de grandes organizaciones, países o estados requieren, para el desarrollo de sus funciones, una serie de características: conocimientos, competencias y experiencia. Por sobre todo lo anterior, algunas virtudes.
Según la RAE (www.rae.es) virtud es la actividad o fuerza de las cosas para producir o causar efectos.
Releyendo los clásicos, tengo en mis manos el Diccionario de Filosofía, en 4 tomos, de J.
Ferrater Mora, allí en las páginas 3704 y 3705 se puede leer que Platón, en uno de sus diálogos, presentó cuatro virtudes, consideradas cardinales o principales.
“Una Ciudad – Estado bien organizada tiene que ser prudente, esforzada, moderada o templada y justa. Las cuatro virtudes correspondientes son la prudencia, la fortaleza, la moderación o templanza y la justicia”.
Luego, continúa Ferrater Mora “ninguna de las virtudes indicadas es específica, en el sentido de aplicarse sólo a una determinada actividad humana. Por otro lado, no parece que se pueda practicar ninguna de las virtudes mencionadas sin el auxilio o, cuando menos, la concurrencia de las otras; se ha hablado con frecuencia de “la unidad de las cuatro virtudes platónicas”. Sin embargo, una virtud, como la prudencia, tiene un cierto predominio sobre otras en tanto por lo menos que es la virtud indispensable para un gobernante.
El comentario continúa, pero me detendré aquí, para volver al título ¿qué virtudes deberían guiar a los líderes, a los grandes líderes?
Pareciera que, como mínimo, las cuatro mencionadas: Prudencia, Templanza, Fortaleza, Justicia. En este trabajo, y según lo expuesto en los primeros párrafos, se hará foco en la prudencia.
Las virtudes, como las competencias y valores, se podrán observar en el comportamiento de los líderes organizacionales. Del mismo modo, en gobernantes de un país o estado.
A modo de síntesis podríamos decir que, como colaboradores o ciudadanos, se esperaría que el líder obre, en todo momento, con sensatez y moderación en todos los actos: en la aplicación de normas y políticas, en la fijación y consecución de objetivos, en el cierre de acuerdos y demás funciones inherentes a su puesto. Que, adicionalmente, posea la capacidad para discernir y distinguir lo bueno y lo malo para la organización, el país o el estado y todos sus integrantes.
Un conjunto de expectativas que no siempre se cumplen, desde la mirada del ciudadano común.
Las referencias mencionadas, junto con otras, fueron la base sobre la cual se han incorporado las virtudes a los modelos de competencias en los últimos veinte años. Es decir, transformando estos conceptos en competencias para que estos principios puedan ser operacionalizados y llevados a la práctica organizacional cotidiana.
Sobre la base de los libros denominados “La trilogía”, podríamos definir que para un líder organizacional se esperaría que…
Diseñe políticas y normas organizacionales sobre la base del buen juicio, que permitan a todos los integrantes de la organización obrar con sensatez y moderación.
Sea un referente en la organización y en el mercado por su prudencia, tanto en su vida laboral como en el ámbito personal. Es decir, que en su accionar distingue y diferencia entre lo bueno y lo malo tanto para la organización en su conjunto, los colaboradores, los clientes y proveedores, como para sí mismo.
Si usted es un líder o espera serlo algún día, reflexionar al respecto será siempre una buena idea.
DEFINICIÓN DE LA COMPETENCIA PRUDENCIA
Capacidad para obrar con sensatez y moderación en todos los actos: en la aplicación de normas y políticas organizacionales, en la fijación y consecución de objetivos, en el cierre de acuerdos y demás funciones inherentes a su puesto. Implica la capacidad para discernir y distinguir lo bueno y lo malo para la organización, los colaboradores, los clientes y proveedores y para sí mismo.
Una competencia se abre en grados o niveles. La apertura en grados de esta competencia la encontrará en la obra Diccionario de competencias. La trilogía. Tomo 1.
Asimismo, para cada competencia que conforma un modelo de competencias deben elaborarse ejemplos de comportamientos observables siguiendo la misma apertura en grados o niveles utilizada en el diseño del diccionario de competencias. Ejemplos de comportamientos en relación con esta competencia los encontrará en la obra Diccionario de comportamientos. La trilogía. Tomo 2.
Por último, para todas las competencias del modelo, y con vistas a facilitar la evaluación de una persona respecto de cada competencia en particular, se sugiere la preparación de preguntas. Ejemplos de preguntas en relación con esta competencia podrá encontrar en la obra Diccionario de preguntas. La trilogía. Tomo 3.
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