En la nota “Líder y liderazgo. Definiciones y enfoques” se hizo una enumeración de variantes en torno a estos términos. A continuación, me referiré a uno de estos conceptos en particular.
En el gobierno de países y estados, en organizaciones internacionales, solo por citar unos pocos ejemplos, las personas que asumen la máxima conducción tienen que coordinar actividades con otras personas que, a su vez son, en otros ámbitos los números 1, conducen grandes grupos, ejercen algún tipo de liderazgo.
Siempre me llamó la atención y lo he estudiado en repetidas ocasiones, el tipo de liderazgo que debe desplegar el director técnico de un equipo deportivo de alta competición compuesto, a su vez, por mega estrellas que, en la mayoría de los casos, han firmado contratos por sumas muy superiores a las propias.
A partir de estas y otras reflexiones, surge la denominación utilizada para el título: Líder de líderes.
En grandes organizaciones o grupos empresarios, el líder o número 1 que está a cargo de la corporación debe conducir, a su vez, a gerentes y directores, los cuales son, también, líderes, a quienes les reportan también, gerentes y directores.
Un líder que debe guiar a su vez a otros líderes requiere de una competencia especial, dado que su rol como ejemplo a seguir y su capacidad para motivar a otros debe ser superior a los de los restantes líderes. Estos últimos deben considerarlo un ejemplo a seguir, y él debe ser, al mismo tiempo, inspirador para ellos sin coartar sus propias capacidades como líderes.
Esta competencia es de difícil ocurrencia y, como otras, puede ser desarrollada.
Para este tipo de situaciones, en la obra Diccionario de competencias. La trilogía. Tomo 1 se presentó un concepto específico, Liderazgo ejecutivo.
Capacidad para dirigir a un grupo o equipo de trabajo del que dependen otros equipos, y comunicar la visión de la organización, tanto desde su rol formal como desde la autoridad moral que define su carácter de líder. Implica ser un líder de líderes, al crear un clima de energía y compromiso junto con un fuerte deseo de guiar a los demás, que se verifica en el comportamiento de los otros al acompañar su gestión con entusiasmo.
Un líder de líderes logrará a su alrededor generar entusiasmo, ilusión y compromiso profundo con los objetivos y metas organizacionales. A su vez, podrá asumir el liderazgo de equipos diversos y aun problemáticos, mejorar su desempeño y lograr que éstos alcancen sus respectivos objetivos organizacionales.
También será un buen jefe con los líderes a su cargo a los cuales les brindará entrenamiento experto constituyéndose en un referente interno y externo en materia de liderazgo ejecutivo, tanto formal como informal.
A modo de conclusión…
Días pasados escuché que un dirigente político hacía referencia al Liderazgo con visión de futuro y me pregunté ¿de qué otra forma podría ser el liderazgo? El pasado solo puede ser modificado en libros y películas de ficción… solo tenemos por delante el futuro…
Para alcanzar la visión, para llevar adelante un proyecto, para encarar un emprendimiento y para cualquier otra cuestión, las acciones a llevar a cabo, serán siempre de cara al futuro. En todos los casos.
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