Continuando con los temas tratados en las notas Mis competencias ¿están presentes en todo momento?, Al hacer una tarea, en mi trabajo o en mi vida personal ¿uso una competencia o varias?, Los comportamientos relacionados con una competencia ¿pueden ser observados en un amigo, en un familiar? y ¿Todas las competencias se pueden desarrollar?
En las notas mencionadas, hemos comentado que las empresas diseñan sus modelos de competencias, las personas reciben sus evaluaciones de desempeño y muchas cuestiones se presentan, como interrogantes más profundos o mera curiosidad.
También se ha mencionado que un puesto de trabajo de todo nivel requiere, para ser llevado a cabo, un conjunto de conocimientos, competencias y experiencia.
Cuando el diseño de un modelo organizacional se ha realizado, como lo indican las buenas prácticas, con un enfoque sistémico, usualmente, se ofrecen guías de desarrollo de competencias, para todas aquellas que integren el mencionado modelo.
En las guías de desarrollo fuera del trabajo se sugieren distintas actividades, entre ellas, hobbies y actividades extracurriculares.
El propósito de ellas es que, dentro de las actividades que una persona realice, dentro de sus gustos, preferencias y posibilidades, identifique aquellas que puedan ayudarlo a mejor en las competencias que su puesto actual o futuro, requieren.
Para que dicho desarrollo sea posible, se debe tener en cuenta un concepto relevante: la intencionalidad.
Intencionalidad en el autodesarrollo. El concepto se refiere a tomar conciencia de que a través de una determinada actividad se pueden lograr ciertos objetivos –por ejemplo, el desarrollo de una competencia–.
La intencionalidad se relaciona con el autodesarrollo dentro del trabajo o fuera de él. Asimismo, aplica al desarrollo de un conocimiento como de una competencia, aunque el ejemplo que se brindará a continuación tiene relación con competencias y con el autodesarrollo fuera del trabajo.
Ejemplo: Quizá una persona disfrute de un hobby, desde hace años, pero no ha tomado conciencia de que esa actividad puede ser un espacio adecuado para desarrollar una competencia.
Por ello, si bien se realiza esa actividad por otro motivo (el placer que ofrece un hobby, a quien lo realiza), verlo con esta otra mirada permitiría potenciar la capacidad de aprendizaje y desarrollo de las competencias.
En el caso que una persona desee desarrollar una competencia lo puede hacer a través de acciones fuera del trabajo. La intencionalidad le dará una suerte de "valor agregado" al tomar conciencia de que las prácticas/acciones aportan al desarrollo.
LIBRO RELACIONADO: Desarrollo del talento humano
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