Las competencias, con frecuencia, se identifican con la vida profesional y laboral, quizá por extensión en tareas comunitarias y similares. Si hablamos de liderazgo, también se lo asocia con los deportes, en especial, los de equipo. Estas percepciones son apropiadas. Sin embargo, las competencias, se evidencian en todo momento y circunstancia.
Por otra parte, el liderazgo, puede ser tipificado de muy diferentes maneras: Liderazgo para el cambio, Liderazgo Ejecutivo, entre otros.
¿Qué es el autoliderazgo?
Podemos definir el término liderazgo como la capacidad para influir y apoyar a los demás, y lograr que participen con entusiasmo en la consecución de los objetivos propuestos.
Usualmente se habla de liderazgo como una capacidad necesaria para conducir una organización, un grupo de personas. No obstante, es posible analizar el liderazgo con un enfoque más amplio y desde otro ángulo: el autoliderazgo. Al agregar “auto” el término “liderazgo” se transforma en “para uno mismo” lo cual implica ejercer el liderazgo sobre el propio comportamiento.
Frente a otras personas el autoliderazgo permitirá comunicar la visión estratégica de un proyecto y lograr que la misma parezca no solo posible, sino también deseable.
A lo antedicho se le pueden adicionar otros dos elementos, necesarios en la mayoría de los contextos en los cuales se desarrollan las diferentes actividades. Me refiero a la capacidad para promover la innovación y los nuevos emprendimientos, y lograr transformar las situaciones de cambio en nuevas oportunidades.
En resumen, según cual sea la circunstancia y actividad, una persona con autoliderazgo podrá llevar adelante sus proyectos y propuestas, generando entusiasmo tanto en el equipo a su cargo como en interlocutores diversos, en especial, cuando estos pertenezcan a niveles superiores y/o ajenos a su contexto cotidiano.
¿Por qué es importante el autoliderazgo?
Si usted trabaja en una organización, quizá tenga un jefe que es líder. Si es un entrepreneur, usted será su propio jefe. En ambos casos, podrá desplegar su autoliderazgo.
La idea no es disputar el liderazgo de otro. Muy por el contrario, será transformarse en un líder de su gestión, de su área de responsabilidad y ámbito de acción.
¿Es posible el autoliderazgo en el deporte? ¿En la vida cotidiana?
Sí, en todo momento y lugar se podrán desplegar comportamientos de autoliderazgo, sin por ello disputar el liderazgo de otras personas. Cómo decíamos, las competencias y sus comportamientos, se evidencia en todo momento y lugar, tanto en la vida profesional como personal.
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